Los primeros equipos registradores de vuelo se empezaron a usar a finales de 1950 y se los llamó “cajas negras” por lo sombrío que implicaba su uso eventual: “un accidente”; pese a que se las pinta de color naranja para facilitar su localización visual luego de un accidente.
A partir de entonces el uso de las “cajas negras” desmitificó el origen de la mayoría de los accidentes aéreos, dando cuenta que: si bien en algunos casos existen fallas que la ingeniería va solucionando paulatinamente con duplicidad de sistemas y otras mejoras significativas, la principal causa de los accidentes aéreos es el error humano; tal como lo reflejan las grabaciones de las cajas negras acerca del desempeño de los pilotos en las maniobras y la conducción de la tripulación.
La referida decodificación de los registros demostró la necesidad de capacitar a las tripulaciones en CRM (Crew Resource Management) que consiste en la utilización de todos los recursos de cabina para realizar los vuelos a partir de habilidades como:
- Liderazgo y trabajo en equipo
- Comunicación asertiva
- Conciencia situacional
- Toma de decisiones
- Adaptabilidad y flexibilidad
- Análisis de tareas
Las habilidades CRM son obligatorias para las tripulaciones de vuelo desde 1991 y han significado que la confiabilidad de la industria aeronáutica sea superior al 99,99%.
Esto es, para el actual nivel de tráfico aéreo mundial, la probabilidad de sufrir un accidente aeronáutico es menor a 1:1.000.000.
Las industrias de alto riesgo como la nuclear, quirófanos, minería, petróleo y gas, logística y otros campos de la actividad humana vienen incorporando las habilidades CRM para sumar confiabilidad a sus actividades diarias, aunque muy pocas tienen dispositivos de registro de datos como las cajas negras de los aviones.
La volatilidad e incertidumbre del escenario actual hace que en toda la actividad industrial, en la atención sanitaria, los servicios financieros, la producción agropecuaria, la producción e implantación de sistemas y equipos informáticos, el transporte e incluso en el diseño y gestión de políticas públicas pueda considerarse que conllevan un potencial de “alto riesgo”.
Puede que no sea necesario un dispositivo físico como una caja negra para visibilizar que nuevas habilidades se necesitan para enfrentar los desafíos y controlar los riesgos que presenta el nuevo contexto post-pandemia, con crisis en las cadenas de suministros, alta inflación, inestabilidad sociopolítica, disrupciones en las relaciones internacionales, potencial recesión comercial, aumento de las tasas de desempleo, crisis migratorias y el aumento de la morosidad crediticia de muchos sectores claves de la economía global.
Las cajas negras no son negras precisamente para verlas más rápido y mejor.
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