Las personas que integran cualquier tipo de organización tienen que poseer con certeza el conocimiento de lo que tienen que lograr y qué es lo que la organización espera que cada una de ellas. Es insuficiente que los Directores establezcan los objetivos y den las órdenes de lo que hay que hacer para alcanzarlos.
Las personas tienen que saber qué hacen allí, qué se espera de ellas y por qué es importante su rol.
La productividad organizacional se fundamenta en las relaciones entre las personas y no entre sus jerarquías. Es decir, es más importante qué es lo que ellas saben hacer bien que el cargo que ocupan en la cadena de mando.
Por esto es muy importante la inducción en la cultura y la estrategia organizacional para que cada integrante sepa cómo contribuir con la productividad y lograr beneficios personales y colectivos.
Un dilema que pocas organizaciones tratan de resolver es ¿cómo saber qué es más importante al exponer un plan de trabajo o explicar un procedimiento?
¿Alguna vez has intentado encontrar tu asiento en una sala de cine después de que las luces se hayan apagado? Es difícil distinguir entre todas las personas y todos los asientos, por lo que no te será fácil encontrar tu asiento. Incluso si te acompaña un amigo que lleva una chaqueta amarilla; la oscuridad hace que sea difícil distinguir la chaqueta amarilla de tu amigo de otra persona con camisa blanca.
Encuentra a Wally
Primero, veamos una ilustración del popular libro de rompecabezas “¿Dónde está Wally?” creado por el ilustrador inglés Martin Handford (©1987).
Este es Wally ¿Puedes encontrarlo en esta imagen?
¡Probablemente no! El dibujante Handford, creador de la serie de libros de rompecabezas “¿Dónde está Wally?” aumentó de manera intencionada la carga cognitiva para que te resulte más difícil encontrar a Wally en sus rompecabezas visuales.
Nuestros cerebros no funcionan bien cuando hay sobrecarga cognitiva.
Cuanto más caos hay, es menos probable que el cerebro identifique y recuerde la información presentada. Por ese motivo es importante que las instrucciones de lo que hay que hacer ─y en los cursos de formación profesional─ se entregue la información necesaria para aprender y no toda la información disponible sobre el tema que se pretende enseñar.
Es importante crear una narrativa relajante, que indique la dirección para enfocar la atención de lo que cada persona tiene que aprender, que le genere confianza a la hora de interactuar con lo que aprende y le permita practicar lo suficiente con el contenido como para almacenarlo en su memoria a largo plazo.
La clave del aprendizaje y perfeccionamiento de competencias para el desempeño en una organización depende de la calidad del diseño del proceso en cómo se presentan los conceptos.
A continuación, veamos los dos principios claves que tenemos que tener en cuenta cuando elaboremos instrucciones o procuremos que las personas desarrollen hábitos de eficiencia y calidad en su desempeño en nuestras organizaciones:
Contraste
Al igual que en el ejemplo de la ilustración de Wally, la falta de contraste no permite centrar la atención de las personas en lo que tienen que tienen que aprender saber hacer. El contraste es lo que llamará la atención de la gente para saber qué debe atender primero y qué debe hacer después. Compruébelo con estas imágenes:
¿Ves cómo ha cambiado el mensaje? ¿Qué es lo que más te llama la atención?
Ese contraste es lo que llamará la atención cuando la gente recibe una instrucción de lo que debe hacer, o un concepto que debe aprender.
¿Similitud vs conocimiento?
Un ejemplo que suelen utilizar los expertos en diseño instruccional es este juego visual para explicar por qué es importante utilizar detalles que diferencien y aumenten el contraste entre los conceptos más importantes y los menos relevantes cuando se tiene que explicar una idea o aprender cómo realizar un proceso.
Por favor, cierra tus ojos. Ábrelos y mira la siguiente ilustración durante 2 segundos y luego ciérralos de nuevo.
¿Recuerdas lo que te llamó la atención?
Vuelve a mirar la ilustración y confirma cuáles son las figuras diferentes que recuerdas.
Si no hay nada que destaque, entonces todos los conceptos que se exponen son similares y las personas las agruparán intelectualmente como una sola cosa en su memoria dedicada al procesamiento de la información.
Si te igual que la gente en tu organización sólo asista a una clase o lea una instrucción: ¡genial! En caso contrario, si pretendes que la gente entienda qué es lo que debe hacer y qué es lo se espera que logre con su desempeño, tendrás que añadir algo que diferencie lo importante de lo accesorio para aumentar el contraste: para que se destaquen los conceptos más importantes que los integrantes de la organización deben recordar y saber hacer a largo plazo.