“Si no sabes a dónde quieres ir, no importa el camino que sigas”, tal la sugerencia del Gato Cheshire a Alicia cuando comenzaba a conocer el “País de las Maravillas”.
Lo mismo se aplica cuando no sabemos en dónde estamos, qué está ocurriendo, cómo nos estamos desempeñando, ni podemos prever qué es lo que pueda ocurrir a continuación del momento y el espacio en el que nos encontramos.